Ana Belén, hace unos días estuve con tus abuelos, mis primos. Le enseñé el original de esta foto y tardaron en reconocerla. Espero que tú no tardes tanto. Quien tardaría mucho en reconocerte, si te encontrara fuera de tu ambiente familiar, sería yo que, aparte deser mal fisionomista, no he tenido, que recuerde, más que dos fugaces encuentros contigo. El primero cuando aún eras una niña, de entre 10 y 12 años. Me encontre contigo junto a la casa de tus abuelos y, sospechando quien eras, te pregunté quienes eran tus padres y tus abuelos. Aclarado nuestro lejano parentesco te pedí un beso.
La segunda vez, tú ya más crecidita, fue en la tienda de Luci. Entré con mi esposa a saludar a mis amigos, Luci y Ferino, y encontramos a dos chicas, a quienes no reconocímos. Erais Sara y tu. A Sara, sobrina nieta mía, era la primera vez que la veía. Fue ella la que sospechando quienes éramos, se nos presentó y nos presentó a ti.
Tus abuelos me han confirmado que estás muy alta y delgada, pero muy guapa y que ya eres una sobresaliente universitaria en Valladolid. Mis saludos con la esperanza de verte este verano.
La segunda vez, tú ya más crecidita, fue en la tienda de Luci. Entré con mi esposa a saludar a mis amigos, Luci y Ferino, y encontramos a dos chicas, a quienes no reconocímos. Erais Sara y tu. A Sara, sobrina nieta mía, era la primera vez que la veía. Fue ella la que sospechando quienes éramos, se nos presentó y nos presentó a ti.
Tus abuelos me han confirmado que estás muy alta y delgada, pero muy guapa y que ya eres una sobresaliente universitaria en Valladolid. Mis saludos con la esperanza de verte este verano.
