Catedral Vieja.
El crucero de la Epístola, único que se conserva, se ilumina mediante
rosetón y cuenta con dos tramos en los que destaca la cubierta del más al sur, con curiosos nervios en zigzag que arrancan de
estatuas, también presentes en el tramo anterior, similares a las mencionadas en las pechinas de la
cúpula.
En este brazo se ubica un conjunto excepcional de sepulcros, todos fechados en el siglo XIII salvo uno. Comenzando por el de la
capilla absidial o capilla de
San Nicolás, nos encontramos con el del obispo de
Salamanca don Pedro Dominicano, fallecido en 1315, de tosca factura, con yacente con vestiduras pontificales.