En la
Catedral Vieja.
El magnífico
retablo, de estilo renacimiento, tallado y dorado con suave policromía de la
capilla de Talavera, también llamada mozárabe y de
San Salvador, situada la primera al entrar en el
claustro de la Catedral Vieja, es de 1560 y se estuvo atribuyendo al
escultor italiano Lucas Mitata1, pero es más creíble que su autor sea al artista zamorano Luis del
Castillo, y las
esculturas se deban a Juan Bautista de Salazar.
El retablo de tres cuerpos, con distribución horizontal a base de seis
columnas abalaustradas con muchos
adornos, remata en dos angelotes que portan elementos de la Pasión.
Presenta una gran
hornacina de
arco rebajado que luce en el fondo cuatro encasamentos laterales, superpuestos dos a dos, con cuatro excelentes esculturas del siglo XVI, representando a San Lorenzo y a San Sebastián las superiores y a San Juan Evangelista y una
Santa (o tal vez Judith) con espada y la cabeza de un hombre a sus pies, las inferiores. San Juan Evangelista y San Lorenzo son probablemente de Berruguete. Tiene cuatro tablas en los costados, de 0,79 a 0,88 m de altura, de pintor manierista de la esfera de Alonso Berruguete, quizá de Juan de Villoldo5, con escenas de la Visitación de la
Virgen a su prima Santa Isabel y la Coronación de la Virgen por los ángeles, arriba y Jesús en su caída
camino del
Calvario y la Oración del
Huerto, abajo.
El intradós abocinado del arco está constituido por siete casetones rectangulares que enmarcan nuevos casetones más pequeños que alternan círculos y cuadrados centrales y las jambas laterales que lo soportan lucen los cuatro cuadros descritos.
En el centro del cuerpo superior una imagen de la Virgen, con el Niño en brazos que porta un pajarito en la mano, de madera dorada y pintada, de estilo
gótico y mediados del siglo XIV, procedente de los talleres leoneses. Luce la Virgen hermosa corona de la época de los Reyes Católicos y tiene el cuerpo arqueado según el gusto y la
costumbre francesa.
Debajo de la Virgen un cuadro de Gallegos6 representando el Descendimiento de la
Cruz del cuerpo de
Cristo.
El bancal tiene alto relieves de la Adoración de los Pastores y la Anunciación, en los extremos y en el centro dos pinturas de la Adoración de los Reyes y la Huida a
Egipto, muy deteriorados. Entre medias de relieves y tablas dos tallas con medallones de los evangelistas San Juan y San Lucas.
En el sobre-ático, apoyado en una repisa en forma de peana, con pintura al óleo en su frente, que tiene por motivo el Entierro de Jesús, -continuación de la imposta de billetes circundante-, se halla un Cristo de tamaño natural, bajo dosel de madera tallada de estilo mudéjar, del que apenas existen referencias, pese a lo conocida que es la capilla por su abundante
historia pues se trata de la más antigua de todas y la que albergó la primitiva sede capitular.