En la
Catedral Vieja.
La angosta
capilla de
san Martín, que colocada debajo de la
torre a la izquierda de la entrada disimula su anterior destino y hasta su existencia, guarda las cenizas de otros dos prelados: De Pedro Pérez, fenecido en 1262, cuyas virtudes ponderan unos dísticos leoninos, y de Rodrigo Díaz que terminó en 1339 su carrera.
Del sepulcro del Obispo Pedro Pérez por haberse tabicado el
arco no se ve más que la inscripción, alternando en sus renglones fajas negras y encarnadas: