Siguiendo el modelo de Italia, el primer anfiteatro anatómico de la Península se levantó en la Universidad de Salamanca, en la pequeña iglesia de San Nicolás, la cual fue demolida en 1800.

Contaba con una serie de gradas para facilitar a los espectadores el visionado de las autopsias. En la actualidad, Salamanca posee otro anfiteatro anatómico: situado en la Calle Fonseca. Cuenta, entre otros, con una estructura cilíndrica, columnas corintias en cuya parte superior se puede ver el símbolo de la Facultad de Farmacia (la serpiente
y el cáliz), y un frontón triangular.

Data de 1926, y la leyenda de su friso (en latín) reza “AD CAEDES HOMINUM PRISCA AMPHITEATRA/PATEBANT NOSTRA UT LONGUM VIVERE DISCANT”, lo cual se podría traducir como “Los antiguos anfiteatros estaban abiertos para la matanza de los hombres y los nuestros para que aprendan a vivir una larga vida”.

(20 de Agosto de 2021)