La famosa Rana de
Salamanca sobre la calavera de la izquierda de la
portada de la Universidad.
Se quejaba Unamuno de que “No es lo malo que vean la rana, sino que no vean más que la rana”. Y hoy asombra ver turbas de turistas mirando la hermosa
fachada plateresca, quizá planificada por los Reyes Católicos y ultimada en tiempos de Carlos V (1529) y escudriñando la
piedra para encontrar la célebre rana.
Lo cierto es que es fácil localizarla, si alguien no lo consigue pese a los brazos apuntando, los vendedores mostrándola o los folletos que lo revelan.
Así que no es un secreto señalar que está en la pilastra de la derecha (mirando a la fachada), en la cima del primer cuerpo, donde sujetando el
capitel con sus cráneos se encuentran tres calaveras labradas. La de la izquierda es la que exhibe un pequeño batracio.