El procedimiento de recaudación era simple; al toque de campana, o con la presencia de dos testigos, el diezmero se presentaba en la era donde se depositaba la mies y calculaba sobre cada muelo todo entero o redondo el volumen de la cosecha. De lo visto no se podía descontar nada, ni siquiera lo que tenían que cobrar “los segadores e mesegueros, ni ferreros, ni porqueros, ni collaços de soldada, ni bueizos. El diezmo se entregaba en el plazo convenido, generalmente por Stª María, a mediados de Agosto ... (ver texto completo)