Estando uno absorto en la rutina diaria, hace un alto en el camino para el recuerdo de aquellas cosas que te hacen ponerte melancólico. Y esa sensación es terriblemente gratificante porque te hace sentir vivo; porque en ti afloran recuerdos inolvidables de días pasados, presentes y futuros.Porque, ¿quién no piensa en volver a Puebla?. Desde la distancia muchas veces pasa desapercibida, pero cuando los días de volver a verla se van acercando, todos esos buenos momentos vividos se recuerdan con mayor intensidad. Pongamos todos un poco de nuestra parte para que "NUESTRO PUEBLO" perdure por muchas generaciones.Un saludo a todos. MC.