Cigüeñal en el
huerto de Faustino, es de los pocos que quedan en el
pueblo ya que la técnica, nuevamente, ha sustituído estos instrumentos por los modernos motores, así el hombre ahorra esfuerzo, ya que el cigüeñal tiene que moverlo por un
juego de palancas, mientras que el motor, con su gasto de combustible, claro está, realiza todo el trabajo solo.