PEÑARANDA DE BRACAMONTE: Podría decir con propiedad que recuerdo como si fuera...

Podría decir con propiedad que recuerdo como si fuera ayer la Peñaranda de Bracamonte de los años cincuenta, porque viví en ella siendo niño, y así, mencionar como entidades que llegué a compartir siendo un chaval, desde el Centro Escolar Público San José, el Teatro-Cine Calderón, el kiosco de la Mariana, el Café Moderno, las pastelerías de Burgueño y de Gil, ambas ubicadas en la plaza, que después han hecho furor al trasladarse a Salamanca convirtiéndose en los dos mejores establecimientos de su especie en la capital de la provincia, su magnífica plaza de toros, sus excelentes mercados de los jueves, el Café de la Amistad hoy desaparecido, los establecimientos veraniegos al aire libre en el paseo de la Estación que llamábamos las "bombillas", el magnífico restaurante de Las Cabañas, ect. ect. Sin duda, Peñaranda, con sus florecientes industiras relacionadas con el calzado de entonces y el gran movimiento comercial, hoy se encuentra venida a menos en cuanto al número de habitantes y de movimiento comercial.