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¡No hay nada que no tenga una explicación!
La filosofía es un silencioso diálogo del alma.
A veces las memorias son realidades, y son mejores que cualquier cosa que pueda ocurrir de nuevo.
la lectura de la vida es un dialogo incesante en la que el libro habla y el alma contesta.
Lo más sabroso se alcanza, con Prudencia y con Constancia.
Hasta el manjar más sabroso, hostiga cuando es copioso. Si lo haces picante ten el vaso de vino siempre delante.
Hay que emplear mucha prudencia al formarnos nuestras opiniones y más todavía al cambiarlas.
A veces las memorias son realidades, y son mejores que cualquier cosa que pueda ocurrir de nuevo.
Hay que emplear mucha prudencia al formarnos nuestras opiniones y más todavía al cambiarlas.
Lo más sabroso se alcanza, con Prudencia y con Constancia.
Plaza fuerte con vinculación real en la edad media que ha sabido conservar buena parte de su patrimonio artístico.
Me gusta la Historia de nuestra tierra y nuestra gente. Ánimo Juan Antonio y continúa con tus ilustraciones y pinceladas de ese pueblo tan bonito como es Ledesma al que iba a menudo cuando era joven. Un saludo de uno de Barbadillo.
Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar.
Una madre aunque no sea afortunada siempre tiene tiempo para esperar a los hijos. Al marido tambien si se lo merece.

FELIZ DIA DE LA MADRE.
Siempre hay un momento para leer, siempre hay un momento para pensar.
Hasta un reloj parado acierta dos veces la hora al día.
Sólo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada día.
La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue.
Todo llega si uno simplemente espera.
Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar.
Busco a familia de los ruano alguno residía en Bilbao un tal Manolo ya fallecido
Siempre hay un momento para leer, siempre hay un momento para pensar.
Hasta un reloj parado acierta dos veces la hora al día.
Sólo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada día.
No existen personas perfectas, sólo intenciones perfectas.
Todo llega si uno simplemente espera.
Nunca es bueno negarle a otro una nueva oportunidad, porque nos negamos la posibilidad de ser mejores personas.
No culpo a las personas por cometer errores, pero sí que les pido que paguen por ellos.