Soy Rosana Rodilla, nieta de Emiliano Rodilla y Damiana Nieto, ambos nacidos en Navalmoral de Béjar.
Pude viajar a Europa y conocer el pueblo donde nacieron mis antepasados. Fue muy emocionante buscar la casa, golpeando puerta a puerta comenzando por la plaza. Allí cerquita me atendieron dos personas muy atentas que dijeron ser amigos de la infancia de mis tres tíos nacidos allí. Mi padre y otro hermano nacieron en Argentina, en Buenos Aires, en la ciudad de San Isidro.
Es indescriptible lo que uno siente tocando las piedras del muro de la casa, imaginando a nuestros abuelos allí. No olvido el paisaje, la retama florecida aquel febrero, las caras de los lugareños. Me parecía ver a mi abuela mirando a aquellas señoras canosas, con las polleras y los pañuelos negros en la cabeza.
Dios quiera que mis padres puedan conocer ese hermoso pueblo, ya que si para mí fue tan importante estar allí, me imagino que para él lo será aún más.
Pude viajar a Europa y conocer el pueblo donde nacieron mis antepasados. Fue muy emocionante buscar la casa, golpeando puerta a puerta comenzando por la plaza. Allí cerquita me atendieron dos personas muy atentas que dijeron ser amigos de la infancia de mis tres tíos nacidos allí. Mi padre y otro hermano nacieron en Argentina, en Buenos Aires, en la ciudad de San Isidro.
Es indescriptible lo que uno siente tocando las piedras del muro de la casa, imaginando a nuestros abuelos allí. No olvido el paisaje, la retama florecida aquel febrero, las caras de los lugareños. Me parecía ver a mi abuela mirando a aquellas señoras canosas, con las polleras y los pañuelos negros en la cabeza.
Dios quiera que mis padres puedan conocer ese hermoso pueblo, ya que si para mí fue tan importante estar allí, me imagino que para él lo será aún más.
