LOS CUATRO CANDILES
Como el que pide limosna
yo te dije por Dios no te apartes de mí
lo mismo que un niño chico
que va pidiendo limosna
cariño por compasión te pedí
y tuviste el valor de dejarme morir.
A la horita que el gallo cantaba
con mi velo y mi corona de “jazares”
fui a venderme como una esclava
mi caria me suplicaron tus pesares
pero por cante tu lo cambiabas.
ESTRIBILLO
Ya están muertecitos los cuatro candiles
que echaban tus luces en mi callejón,
y anoche me han puesto faroles a miles
de mayos y abriles cuajao en mi balcón.
Y Estas echo a gana, al que quiero que no
tu barquito a la mar y esta vez se que he perdío
con tus cuatro candiles compañero con Dios.
Lo mismo que una veleta
te volviste pa mi cuando el viento cambió,
tu corazón variable, lo mismo que una veleta
roando por esos mundos de Dios
tu a mi puerta pedir limosnitas de amor.
A la horita del sol por levante
me acordaba de mi velo y mi corona,
y aquel vestio tan elegante
y el cariño que me tuvo tu persona
cambió de rumbo como tu cante.
AL ESTRIBILLO
Ya están muertecitos los cuatro candiles…
(Quintero/M. Gordillo)
Concha Piquer
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