La matanza, LAGUNILLA

(5 de Marzo de 2011)
Supongo, que a lo que te refieres es a la probadura. Antes de comenzar a embutir, siempre se probaba si estaban las chichas bien guisadas: sal, pimentón, etc.
Esta probadura, en nuestra familia, se hacía por las mañanas, en el desayuno. La probadura se hacía cogiendo un poco de carne picada y condimentada de cada una de las artesas, desde la del chorizo al salchichón y la morcilla. Se pasaba por la sarten y una vez frita se comia y se le daba el visto bueno. A todo el mundo gustaba.
Ahora, en las...
Juan Antonio, te acuerdas tu de lo que es "el prebe" o algo así. Era un palabra que se le daba a la fritanga que hacían para almorzar con el mondongo del embutido ya adobado. No recuerdo si se hacía con el de las morcillas o, sin más, con el que tocaba de turno; chiorizos o... vete a saber. En fin, por aquí he llegado a vender unas bandejas con el nombre de "chichis", picantes hasta hartar. Eso me lo recuerda mucho. Son cosas de los vascos.

Saludos
Y que bien lo pasabamos de crios el día de la matanza. Además de ver matar al cebón, descuartizarlo, escoger sus carnes, cortar los jamones, etc. A los niños, en el momento de sacrificarlo, nos gustaba agarrarlo del rabo mientras el animal encima de la banasta daba los últimos estertores. Después venía el chamuscado arropado en helechos secos, se limpiaba también con helechos una vez quemados el pelamen de su piel, a continuación se le abría sacaba el vientre que más tarde lavarían las mujeres y...
La matanza, para este precioso animal de manjares tan ricos tambien existia sociedad, llamada la sociedad de la triquina, esta solo duraba el tiempo de la matanza, los dias antes se hechaba un bando y todos los que mataban declaraban las arrobas que pesaban sus cerdos, era todo apuntado. Lla que por hellas pagabas o te remborsaban. Lo que no recuerdo bien es si pagaban o solo cuando salia algun cochino
Son imágenes tan vivas que aún recuerdo las caras, los gritos estridentes de un animal acosado y apresado; llevado a volantas por un puñado de manos que lo depositan sobre una amplia mesa sin más interés que sangrarlo.