Nunca entenderé la obsesión por aparentar lo que no se es. Tanto si se trata del lugar que se ocupa en la sociedad, del dinero que se tiene, de la forma de ser o del físico.
Conozco mujeres que son una caricatura de sí mismas. Con la cara sin expresión, hinchada y los labios absurdamente triplicados de volumen. Con pechos enormes que insultan a la armonía del cuerpo. Las entradas tan despejadas como una pista de aterrizaje y la piel tirante, hasta parecer que en cualquier momento se soltará y se replegará como una goma. ¿De verdad se sienten así hermosas?. Creo que, en el fondo, lo que realmente tienen es un problema de inseguridad. Yo, lo siento pero a mí me gusta lo natural (que no quiere decir abandono), lo elegante (que no, caro), la higiene, la buena alimentación, el ejercicio, la paz interior... Creo que las mejores "armas"de las personas no deben de estar centradas en el físico y que a nadie le afea una arruguita aquí ni un poco de peso allá. Al fin y al cabo, son las señales de haber vivido.
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