Una madrileña que volvió de la urbe, a la tranquilidad de un
pueblo, que por cierto en el que huele de maravilla a jamoncito por cualquier sitio por el que paseas, "algunas veces", creo que salí ganando con el cambio, pero porfavor no hagais todos lo mismo que yo, que si no dejaria de ser esto un pueblito tranquilo. Sobre todo en
invierno, que a las seis de la tarde no ves un alma por la
calle, esto mola. Una madrileña medio charrita.
Por cierto venid a las matanzas.