Me gustaría dejar constancia a mal de mi pesar, la falta de respeto en las
procesiones de
Semana Santa. No podíamos haberlas dado mejor nombre que el "la carrera". La mitad de los vecinos, desaparecen a la mitad de la
procesión a lo que hay que sumar la falta de orden y respeto durante las mismas.
Si hay alguna procesión que me merece seriedad, es la de la Soledad y aplaudo a las mujeres de
Cabrillas, que acompañan en horas
nocturnas y a veces con frio o mal tiempo a Nuestra Señora con sus velas
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