CABEZUELA DE SALVATIERRA: Anécdotas y costumbres EN CABEZUELA DE SALVATIERRA....

Anécdotas y costumbres EN CABEZUELA DE SALVATIERRA.
Ya tenemos los quintos, aquellos que se iban al servicio militar a LA MILI, cuál era la solidaridad y el afecto que antes de marchar se les enviaba a merendar a la casa y se le daba una propinilla al nuevo soldado.
Me acuerdo y por desgracia como si fuera hoy un 22 de Agosto era GENE, el de Adoración que llegó a casa y mira tú por donde cuando picó a la puerta mi madre estaba sobre el costado de mi padre y ya no se recuperó aunque le dijo mi padre está GEBE, rápido él llamó al medico y no se pudo dar la merienda, hoy los tres ya no están con nosotros Q. E. D.,
Vamos a seguir con los quintos, se nombraban los quintos y por las calles no se usaba el grafite y con bastante maestría de grafiteros con una lata de sardina y un poco de pintura en los astiales ponían vivan los quintos del año.
Llega SAN JUAN, se reunían y habían la fiesta diversión y cena y baile, con pasa calles a gogo.
PERO LO MÁS BONITO, venía la sorpresa aquellos mozatones habían cogido la viga más larga que hubiera en el pueblo por la noche veraniega, la noche más corta del año y a sus hombros la llevaban al astial de la CALLE LARGA, hoy una plazueleta donde tengo yo la casa.
Cavaban un hoyo de un metro de profundidad y ponían la picota que era la viga.
Pero no sólo la viga si no a la punta un ramo de ROSAS, o ramo de cerezas cogidos sin permiso de los cerezos del pueblo.
Allí le cantaban el aliaron y cuando el vecindario nos levantábamos para ir al campo todo era ilusión ver con qué poco la juventud madura se divertía, dejando durante varios meses esa PICOTA, en señal de los quintos.
Como no eso era suficiente tal vez la piscaresca del amor de aquellas parejas que si salían o no juntos para he cerro más público y que los vecinos se dieran por enterados de cogia paja y haciendo un reguero con la paja se llevaba de casa del moviete a la ventana donde dormía su pretendiente amada.
Que diferente aquella vida de hermandad y sin ofensas aunque alguna envidio la hubiera entre unos y otros pero todo era muy pasajera y de nuevo se olvidaba.
De aquello has bien y no mires aquien haz mal y aguarda te.
VIVAN LOS QUINTOS DE CABEZUELA!