BARBADILLO: En el 86 estrenamos la nacionalidad europea y pasamos...

En el 86 estrenamos la nacionalidad europea y pasamos a ser miembros de pleno derecho de la CEE. La tele hace competencia a la radio y comienza a emitir por las mañanas. Madrid llora a su alcalde (Tierno Galván) que dio clases en la Ponti en sus tiempos de profesor y la URSS tiene en Ucrania el mayor accidente de la historia, una central nuclear salta por los aires causando una nube radiactiva que llega hasta el norte de Europa.
En el pueblo comienzan a pavimentarse las calles con un criterio absurdo, tan solo seis metros de ancho paga el ayuntamiento, el resto es a costa de los vecinos cuyas viviendas den a dicha calle, eso es si quieren, si no, queda sin pavimentar. Un presupuesto de 660.000 pts para nuestra primer calle cimentada que queda como a remiendos, llena de rincones y tramos donde no llega el cemento, algo surrealista que beneficiaba de forma caprichosa a los que vivían a un lado de la calle en perjuicio de los vecinos de enfrente según se planificase dicha pavimentación. También tenemos un presupuesto de 580.000 pts para hacer unas pistas deportivas. Se destinarán a una cancha de balón cesto junto al campo de fútbol.
Barbadillo en 1.986 tiene una población de 661 habitantes, 268 personas en edad de trabajar, de los que 204 estaban ocupados, siendo 176 hombres y 28 mujeres. Teníamos 107 jubilados, 54 parados y 174 amas de casa.
En junio de nuevo le damos mayoría al PSOE. Los veranos han dejado de ser aquellos enjambres de temporeros que entroncaban a todas las familias del pueblo. Labradores y obreros faenando en los campos y eras, mano a mano, son sustituidos por cosechadoras que devoran la mies en apenas unos días dejando la rastrojera lista para la entrada de ovejas al espigadero.
Años 80-X
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
D. Enrique Tierno Galván fue catedrático en la Universidad de Salamanca, no en la Pontificia. Los alumnos que por aquellas fechas (1960 a 1964) éramos "de ciencias" nos colábamos en las clases de D. Enrique solo por el placer de escucharle y aprender.