BARBADILLO: A LA LANCHA DE LA LUMBRE...

A LA LANCHA DE LA LUMBRE
Quirico comienza a enfadarse y no le importa ir a hacer tratos con un lobo que estaba sesteando en la orilla del regato escondido tras tras unos matorrales. Y le dice: lobo, come a la oveja que la oveja no quiso pastar el prado que el prado no quiso limpiarme el pico que voy a la boda de mi tío Periquito el chico. Pero el lobo, siendo desconfiado como es pensó que era una trampa para que saliese y así poder dispararle a la vez todos los cazadores del pueblo que él creía que estaban agazapados tras las ovejas. Y no quiso.
Poco antes habían pasado por allí unos carreteros del pueblo camino de Galindo y se le había caído del carro un palo en forma de estaca. Quirico desesperado se dirige a él y quiere que le pegue al lobo porque el lobo no quiso comer a la oveja, porque la oveja no quiso pastar el prado, porque el prado no quiso limpiarme el pico que voy a la boda de mi tío Periquito el chico. Y el palo, al que habían cepillado bien y se vio muy lustroso, por si se manchaba, no quiso.
Siguió más adelante y vio a unos carboneros que comenzaban a hacer fuego. Sin que estos le vieran se dirige al fuego y le dice: fuego, quema el palo, que el palo no quiso pegar al lobo, que el lobo no quiso comer a la oveja, que la oveja no quiso pastar al prado que el prado no quiso limpiarme el pico que voy a la boda de mi tío Periquito el chico. Pero el fuego se encontraba muy a gusto donde estaba y temiendo que se apagase en el camino, no quiso.
Sigue más adelante y decide encaminarse de nuevo hacia el regato. Viendo que éste va crecido de agua, le dice: agua, apaga el fuego que el fuego no quiso quemar al palo, que el palo no quiso pegar al lobo, que el lobo no quiso comer a la oveja, que la oveja no quiso pastar el prado, que el prado no quiso limpiarme el pico que voy a la boda de mi tío Periquito el chico. Y no quiso. El agua alegaba que a ella le gustaba discurrir por el cauce del río acompañándose unas gotas a otras y que además tenía miedo no siendo que se quemase. Con lo que Quirico va más adelante y se encuentra a las vacas del sr Abelardo (el lechero).
No perdiendo la esperanza le pide a las vacas que beban el agua, porque el agua no quiso apagar el fuego, porque el fuego no quiso quemar el palo, porque el palo no quiso pegar al lobo, porque el lobo no quiso comer a la oveja, porque la oveja no quiso pastar el prado, porque el prado no quiso limpiarme el pico que voy a la boda de mi tío Periquito el chico. Pero las vacas estaban ya repletas y no quisieron.
Quirico desesperado se dirige hacia Galindo. Y aquí, los mayores, nos daban dos versiones. Una que Quirico se encontró con una persona que parecía dispuesta a ayudarle pero lo que Quirico nunca sospechó es que era un carnicero (unas veces nos decían el nombre del sr Práxedes y otras el del tío "porrón" y éste agarraba al gallo confiado en que le iba a limpiar el pico pero lo que en realidad hizo fue cortarle el cuello. Echándolo a la cazuela sirvió de comida para los invitados a la boda.
Otra versión es qeu Quirico iba tan frustrado y ensimismado pensando en cómo iba a presentarse con todo el pico sucio en la boda que no se dio cuenta que la zorra llevaba un rato tras de sí, atrapándolo para no volver a saberse nunca más de él.
Y su tío Periquito, ya finalizada la boda, seguía preguntándose cómo no había aparecido su sobrino el gallo Quirico.
Otro cuento era el de la cabrita que perdía sus cabritillos a manos del lobo excepto el mas pequeño porque se escondió en la caja del reloj.
Estos y otros cuentos iban dirigidos a nosotros, los más pequeños, para enseñarnos que no debíamos alejarnos del pueblo y evitar la protección de los mayores a la vez que nos advertían de las consecuencias que podía traer el confiar en gentes que no se conocía. Era un seguro de alerta para nuestro subconsciente y las primeras enseñanzas antes de afrontar la vida por nosotros mismos.
(Recuerdos de la infancia. 2ª parte) Rober