Este mes de Diciembre (mes de reencuentro de familias para celebrar las Fiestas navideñas) también ha sido un mes de despedidas. Primero falleció el Sr. Mané, conocido precisamente por su molino y su almacén de cemento, material de construcción, etc. (Por cierto que era de donde, digamos tomábamos prestadas las barolas que atadas unas a otras lográbamos hacer llegar la bandera que los Quintos colocábamos en lo alto del juego de pelota. El invento consistía en que unos mozos a otros nos aupábamos para lograr saltar la tapia y -tomar prestadas las barolas- una vez realizada la proeza de colocar el palanganero en uno de los bolos en lo alto del juego, quedaba hondeando la bandera que con orgullo representaba a los Quintos de ese año.
Otro que ha fallecido es el Sr. Manolo (el Rollo) y sin apenas repuestos del mismo Rufi decide pasar la Nochebuena en su Cielo, en ese Cielo (sentimiento religioso en el que ella siempre ha estado tan cerca). Creo que Rufi es uno de los últimos bastiones (posiblemente y ojalá que me equivoque no sea el último) que ha unido sentimientos y tradición en el pueblo. Ella y posiblemente sea así para muchos, siempre la hemos conocido al frente de la Iglesia, de nuestra iglesia en la que fuimos bautizados y ya ella en 1961 (año en que hice la primera comunión) era quien nos preparaba para tal evento. Ella ha formado parte de esas personas por las que hemos pasado muchos, por no decir casi todos en la preparación para ese día, aunque hoy nos parezca lejano o quizás ñoño. Ella con su perseverancia ha hecho que todo siga como si se hiciesen solas las cosas. Cuando llegaban las fiestas y aparecíamos por el pueblo, la iglesia estaba engalanada con unos ramos preciosos, limpia. Hizo que la casa de todos fuera acogedora. Enlace y puente entre todos los sacerdotes que nos han ido dejando y llegando al pueblo. Formación del coro, etc...
El pueblo ha ido cambiando pero ella continuó conservando el día a día de nuestra religiosidad. Pocas personas aparecían por misa en los últimos años e incluso en los días festivos, apenas superaban la docena.
Falleció el 24 de Diciembre y el 25 hizo que la Iglesia, esa Iglesia a la que ella tanto ha servido se llenase. Posiblemente el Niño Jesús quedó sorprendido ante tanta asistencia y sintiese celos de no ser él el protagonista. Aunque estoy seguro que no le importó ceder tal honor a tan persistente servidora.
Un saludo para todos y animo a que alguna de las mujeres cercanas a ella tome su ejemplo y los demás sepamos ayudarle para que nuestra casa, esa casa común que nos queda tanto a los que permanecen como a los que visitamos de vez en cuando el pueblo permanezca abierta. D. E. P. (Rober)
Otro que ha fallecido es el Sr. Manolo (el Rollo) y sin apenas repuestos del mismo Rufi decide pasar la Nochebuena en su Cielo, en ese Cielo (sentimiento religioso en el que ella siempre ha estado tan cerca). Creo que Rufi es uno de los últimos bastiones (posiblemente y ojalá que me equivoque no sea el último) que ha unido sentimientos y tradición en el pueblo. Ella y posiblemente sea así para muchos, siempre la hemos conocido al frente de la Iglesia, de nuestra iglesia en la que fuimos bautizados y ya ella en 1961 (año en que hice la primera comunión) era quien nos preparaba para tal evento. Ella ha formado parte de esas personas por las que hemos pasado muchos, por no decir casi todos en la preparación para ese día, aunque hoy nos parezca lejano o quizás ñoño. Ella con su perseverancia ha hecho que todo siga como si se hiciesen solas las cosas. Cuando llegaban las fiestas y aparecíamos por el pueblo, la iglesia estaba engalanada con unos ramos preciosos, limpia. Hizo que la casa de todos fuera acogedora. Enlace y puente entre todos los sacerdotes que nos han ido dejando y llegando al pueblo. Formación del coro, etc...
El pueblo ha ido cambiando pero ella continuó conservando el día a día de nuestra religiosidad. Pocas personas aparecían por misa en los últimos años e incluso en los días festivos, apenas superaban la docena.
Falleció el 24 de Diciembre y el 25 hizo que la Iglesia, esa Iglesia a la que ella tanto ha servido se llenase. Posiblemente el Niño Jesús quedó sorprendido ante tanta asistencia y sintiese celos de no ser él el protagonista. Aunque estoy seguro que no le importó ceder tal honor a tan persistente servidora.
Un saludo para todos y animo a que alguna de las mujeres cercanas a ella tome su ejemplo y los demás sepamos ayudarle para que nuestra casa, esa casa común que nos queda tanto a los que permanecen como a los que visitamos de vez en cuando el pueblo permanezca abierta. D. E. P. (Rober)
Robert, Manoli, Luis, Adelia y a todos los que nos habeis acompañado y recordado a nuestro padre.
Muchas Gracias. Gloria y Francis
Muchas Gracias. Gloria y Francis
