Aunque llevo muchos años en el país vasco, de niño estuve muchas veces en ese pueblo yo tenía allí unos tios que ya murieron, os acordais de Abilio el sacristán y su mujer Justina, que vendían la leche de sus vacas en Herrera, con un burro lo bajaban, desde aquí un homenaje para éllos, buenas personas donde las haya. Un saludo para todos los vecinos de Zorita.