El Carnaval en Velillas (y 2)
En Velillas, los más pequeños, los chavales, celebrábamos también el “Martes de Carnaval”, también llamado “Antruido”, con una cena. Y claro, para ello teníamos que ir pidiendo por las casas los condimentos: huevos, patatas, chorizo, pan, bebida…., y luego buscar una casa que nos hiciera la famosa tortilla y el resto de la cena, yendo de casa en casa. O sea, que la petición y el ruego eran dobles, pero allá que nos íbamos los chavales en su busca con todas las ganas del mundo.
Bien, pues en esas andábamos en aquella ocasión, en un tira y afloja de este tenor más o menos: “que si el próximo año…”, “que si ya os la hice el pasado…”, etc., etc., y llegamos a una casa que, para quitarnos de en medio sin más, nos espetó, textualmente: “… no os preocupéis, que yo os haré el antruido el año que Carnaval caiga en miércoles…”, y los chavales nos fuimos de allí tan contentos, pensando que le tomábamos la palabra y que al año siguiente lo teníamos seguro.
Pero cuál no sería nuestra sorpresa cuando luego, en nuestras respectivas casas, nos tuvieron que recordar que Carnaval, “antruido”, siempre caía en martes…., por más vueltas que diésemos. ¡Ingenuidad de chavales de aquel entonces, la nuestra…!.
Pero aún así, aquel año y los siguientes, que yo recuerde, encontramos siempre una casa que nos hiciera la famosa tortilla. O sea, que: ¡Carnaval, Carnaval…! Saludos de nuevo.
En Velillas, los más pequeños, los chavales, celebrábamos también el “Martes de Carnaval”, también llamado “Antruido”, con una cena. Y claro, para ello teníamos que ir pidiendo por las casas los condimentos: huevos, patatas, chorizo, pan, bebida…., y luego buscar una casa que nos hiciera la famosa tortilla y el resto de la cena, yendo de casa en casa. O sea, que la petición y el ruego eran dobles, pero allá que nos íbamos los chavales en su busca con todas las ganas del mundo.
Bien, pues en esas andábamos en aquella ocasión, en un tira y afloja de este tenor más o menos: “que si el próximo año…”, “que si ya os la hice el pasado…”, etc., etc., y llegamos a una casa que, para quitarnos de en medio sin más, nos espetó, textualmente: “… no os preocupéis, que yo os haré el antruido el año que Carnaval caiga en miércoles…”, y los chavales nos fuimos de allí tan contentos, pensando que le tomábamos la palabra y que al año siguiente lo teníamos seguro.
Pero cuál no sería nuestra sorpresa cuando luego, en nuestras respectivas casas, nos tuvieron que recordar que Carnaval, “antruido”, siempre caía en martes…., por más vueltas que diésemos. ¡Ingenuidad de chavales de aquel entonces, la nuestra…!.
Pero aún así, aquel año y los siguientes, que yo recuerde, encontramos siempre una casa que nos hiciera la famosa tortilla. O sea, que: ¡Carnaval, Carnaval…! Saludos de nuevo.
