Muy bien traida esta foto, sí señor, la puerta de la iglesia, por la que tantas veces pasamos los chavales del pueblo, igual que las demás personas que le habitaban. Cuando la misa de los domingos estaba de bote en bote, a iglesia llena, claro que entonces en el pueblo había muchos más habitantes que ahora, pues el pueblo estaba en plena efervescencia. Era la época en la que los hombres y la mujeres se colocaban en bancos separados, totalmente independientes unos de otras u otras de unos; y los ... (ver texto completo)