VALCABADILLO: Cuando todo parecía perdido…. Cuando las tradiciones,...

Cuando todo parecía perdido…. Cuando las tradiciones, las vivencias, la convivencia en este medio rural semiolvidado, parecía haber quedado más en el olvido debido a una pandemia que nos ha tenido alejados unos de otros durante un par de años… Cuando casi no nos quedaba más, que aquel resistiré de la canción…. Cuando casi, casi, habíamos asumido nuestro duro destino…. Al fin los pequeños pueblos el medio rural vuelven a resurgir. El campo español ha vuelto a celebrar San Isidro 2022. Una fiesta heredada que, aunque quizás hoy a muchos nos parezca un poco fuera de lugar, ha formado parte desde siglos de la vida y tradiciones de nuestro pequeño pueblo dándole tintes de fiesta mayor. Si, porque, aquel agricultor madrileño de la historia ha sido desde años referente no solo de nuestro pueblo sino, de todos los agricultores y ganaderos del campo español. De unos pequeños núcleos donde tristemente hoy, solo se oye el canto de algún gallo mañanero o el valido de las ovejas del corral vecino.
Es la fiesta del campo, aunque apenas quede el campesino tradicional… Si, aquellos duros y recios hombres y mujeres que hoy ven pasar un presente añorando quizás con nostalgia un pasado donde la convivencia era la base en que se fundamentaba los valores de estos pequeños núcleos de población pues, son ellos, los que más se dan cuenta de la realidad actual. Solo ellos, saben lo difícil que es hacer crecer brotes nuevos injertados a veces en troncos, no viejos, sino envejecidos por los avatares de la vida actual. La realidad de cómo se vivía y como se vive, de lo que costaba y lo que cuesta…
San Isidro, que fue asumido por Valcabadillo como una celebración propia, con un santo que un día al igual que los de su entorno hizo suyo como su patrón, ha vuelto a formar parte de nuestro presente. Con la sencillez que se hace todo en el medio rural, casi todo un pueblo y personas afines a él; siempre falta el que cree que ha de girar todo en torno a su persona, nos hemos vuelto a reunir y en torno a una mesa. Hemos compartido alegría, charlas, juegos… y un menú que, en este caso, es más importante lo que significa que de lo que está formado cuando la convivencia de una pequeña comunidad está en juego….
Hay que reconocer, mal que le pese a alguien, que la celebración fue todo un éxito, solo queda que el próximo año la pandemia, las rencillas, el “” todo- pami…”” y demás problemas de nuestro entorno rural, den paso a algo más grande en todos los sentidos….
Desde estas pequeñas líneas felicidades a Roberto como cabeza visible de este evento y a todas las personas que han colaborado desinteresadamente a que todo salga adelante…
Un saludo JMGG