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SANTILLANA DE CAMPOS: Hola Julián. Creo que hace unos años nos conocimos...

Apreciado Paquillo: Me asomo al foro, después de algún tiempo sin hacerlo, y veo la noticia del fallecimiento de tu padre: Paco. En fin, darte mi más sincero pésame. Todavia, no hace mucho tiempo, coincidí con él por Palencia. Era una de esas personas, como otras muchas, transplantadas de un mundo rural en el que siempre habían vivido, que "penaban" por las calles y los laberintos de la ciudad. Esa impresión me daban. Como tantos otras personas del pueblo que he ido conociendo en Palencia. Posiblemente, viviendo los últimos gramos de felicidad que la vida les tenía reservado.
Mucho podríamos hablar de los pastores, mucho. Desde luego, quiero desterrar aquella imagen de clase baja, anababetos... y otras lindezas que mucha gente utilizaba para hablar de éllos. Hablaremos algún día: Hombres cultos, cercanos al saber científico, con capacidades interpretativas, conocedores de la naturaleza y las estaciones como pocos, gentes ingeniosas y creativas, buenos conversadores, gentes cuidadosas y respetuosos con el mundo animal......... Allá en la lejania les veo. Cuando cae la tarde. Entre las brumas del atardecer y del polvo del rebaño. Huelen a requesón y leche. Saben a parto y a atardecer. Entre polvo de tenada y melancolia. Nadie podrá con éllos. Aunque desaparezcan, contuarám vivos en nuestro recuerdo. Vaya por éllos. JULIAN MARTIN.

Hola Julián. Creo que hace unos años nos conocimos en Marcilla. En mi memoria pervive la imagen de tu abuelo Ramón como buena persona y querido en el pueblo. Representaba a varios de los muchos oficios ya desaparecidos.
Repasando vuestro blog veo que haces alusión a Paco. Supongo que era Paco Cuevas, natural de Marcilla, con quien tuve ocasión de hablar más de una vez en Palencia. Esta semana he tenido ocasión de visitar en el hospital a otro de aquellos insignes profesionales del mismo oficio: Juan Postigo, Juanito en Marcilla. Aunque de avanzada edad mantiene intacta su memoria. Por entonces los cuatro o cinco pastores del pueblo se repartían las suertes que pastaba cada uno. Las fuentes enclavadas en la suerte de Juanito estaban siempre limpias, de forma que cualquier persona podía beber en ellas. Además cada día llevaba el Diario Palentino al campo para estar al día de las noticias. Para que luego tachen a los pastores de incultos.
Me da mucha pena ver como se quedan nuestros pueblos si los comparamos con la vida que tenían cuando éramos niños. Marcilla aunque está en la UVI intentamos que sobreviva aunque sea con respiración asistida, organizando actividades para que acuda la gente aunque sea de forma puntual.
De momento se agradecen las entradas en estos blogs de personas que tenemos el mismo sentir.
Te esperamos en Marcilla.
Un abrazo.
Fernando Estébanez Gil