Hay una gárgola que representa la figura de una fotógrafo vistiendo un largo levitón y sosteniendo entre sus manos una cámara fotográfica de las llamadas de fuelle.
La figura en cuestión está situada en el exterior de una de las siete capillas absides, resulta muy difícil comprender cómo es posible que la estatua de un fotógrafo adorne el contorno de una catedral, construida hace más de cinco siglos.
El estado de conservación de la estatua es muy similar al del resto de las figuras, también labradas en piedra, colocadas cuando se construyó el templo.
Es lógico pensar que la presencia de ese fotógrafo en piedra tenía que tener una explicación más o menos racional, que la de aquellos que llegaron a pensar a la vista de la figura, que los constructores de la catedral de Palencia ya conocían, cuatrocientos años antes de que se inventara, la cámara fotográfica.
La explicación se encuentra en la última restauración que se hizo en el exterior del primer templo palentino, que corrió a cargo del arquitecto Don Jerónimo Arroyo. La obra, que tuvo lugar entre los años 1908 y 1910, tenía como objeto la restauración de una gárgola que se había desprendido varios años atrás.
Don Jerónimo Arroyo muy aficionado a la escultura, tuvo la feliz ocurrencia de dar un "toque original" a la restauración de la obra que le habían encomendado, y en lugar de construir una gárgola a la que originalmente estuvo colocada en el exterior de una de las capillas de los ábsides, prefirió saltarse el rigor histórico de la obra y construyó la figura de un fotógrafo que, casualmente era íntimo amigo suyo, y del que únicamente se ha podido averiguar que se llamaba "Señor Alonso".
Ni corto ni perezoso, el arquitecto realizó la escultura dedicada a su amigo fotógrafo, que una vez terminada pasó a ocupar un sitio de honor entre las otras figuras de mediados del siglo XIV.
La figura en cuestión está situada en el exterior de una de las siete capillas absides, resulta muy difícil comprender cómo es posible que la estatua de un fotógrafo adorne el contorno de una catedral, construida hace más de cinco siglos.
El estado de conservación de la estatua es muy similar al del resto de las figuras, también labradas en piedra, colocadas cuando se construyó el templo.
Es lógico pensar que la presencia de ese fotógrafo en piedra tenía que tener una explicación más o menos racional, que la de aquellos que llegaron a pensar a la vista de la figura, que los constructores de la catedral de Palencia ya conocían, cuatrocientos años antes de que se inventara, la cámara fotográfica.
La explicación se encuentra en la última restauración que se hizo en el exterior del primer templo palentino, que corrió a cargo del arquitecto Don Jerónimo Arroyo. La obra, que tuvo lugar entre los años 1908 y 1910, tenía como objeto la restauración de una gárgola que se había desprendido varios años atrás.
Don Jerónimo Arroyo muy aficionado a la escultura, tuvo la feliz ocurrencia de dar un "toque original" a la restauración de la obra que le habían encomendado, y en lugar de construir una gárgola a la que originalmente estuvo colocada en el exterior de una de las capillas de los ábsides, prefirió saltarse el rigor histórico de la obra y construyó la figura de un fotógrafo que, casualmente era íntimo amigo suyo, y del que únicamente se ha podido averiguar que se llamaba "Señor Alonso".
Ni corto ni perezoso, el arquitecto realizó la escultura dedicada a su amigo fotógrafo, que una vez terminada pasó a ocupar un sitio de honor entre las otras figuras de mediados del siglo XIV.