Un día de
invierno, en el que la temperatura no sube del 0 (que no es muy extraño en
Palencia), pasear por la avenida de Simón Nieto y a la izquierda ver los Jardinillos de la
estación ligeramente nevados (que tampoco es raro), comerse unos
churros calentitos que, m se me hace la boca
agua.