Restos visigodos de la cripta de
San Antolín.
En el solar donde se hallan ahora la cripta y la
Catedral de
Palencia, existió en la
antigüedad un templo de culto pagano al que, según los historiadores Juan Agapito y Revilla, Francisco Simón Nieto y otros, habría sucedido uno paleocristiano de época
romana, hecho que parece concordar con las huellas
romanas existentes en el exterior, al mismo nivel. Así pues, el vestigio más antiguo de culto que se conserva en la actualidad es el fondo de la cripta, edificación que data de mediados del siglo VII. Los restos de Antolín, noble galo-visigodo,
santo y mártir, habrían llegado a Hispania en el cortejo del rey Wamba desde Narbona en el año 673. El mismo Wamba mandaría construir el enterramiento.