Charo, todo lo que cuentas es la vida misma
Algunos domingos, cada una, después del rosario íbamos a casa y llevábamos: azucar. un cazoviejo. Subiamos al candilejo hacíamos lumbrey a preparar caramelos, más de una vez nos quemamos pero eso no importaba y ¡lo bien que lo pasamos ¡
Algunos domingos, cada una, después del rosario íbamos a casa y llevábamos: azucar. un cazoviejo. Subiamos al candilejo hacíamos lumbrey a preparar caramelos, más de una vez nos quemamos pero eso no importaba y ¡lo bien que lo pasamos ¡