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MANTINOS: Los primeros astronautas descubrieron muchas cosas...

Los primeros astronautas descubrieron muchas cosas durante sus vuelos, entre ellas cientos de pequeños problemas cotidianos que los técnicos e ingenieros, con los pies bien asentados en el suelo, no habían sido capaces de prever. Por ejemplo, los bolígrafos dejaban de escribir a causa de la ingravidez. En los tiempos de las primeras 'Soyuz' y las naves 'Apollo' los ordenadores de a bordo eran poco menos que calculadoras rudimentarias sin memoria, por lo que las notas se tomaban en cuadernos corrientes y molientes. Un bolígrafo que no escribía era un problema y se precisaba una solución. Surgieron dos. Los rusos, prácticos donde los haya, optaron por escribir a lápiz. Pero los estadounidenses diseñaron los bolígrafos capaces de funcionar en cualquier posición, como los que ahora se pueden comprar en cualquier papelería.
La NASA denomina 'spinoffs' a este tipo de productos que llegan al mercado a partir de su aplicación en el espacio. Muchos no han sido inventados por los ingenieros aeroespaciales, pero llegaron al mercado porque fueron retomados, mejorados y aplicados en la carrera espacial. Como parte de sus actividades de divulgación, la agencia espacial estadounidense publica un boletín anual desde 1976 que detalla la aparición de estos objetos y aplicaciones. Así, la NASA contesta por la parte más práctica a la pregunta que ha acompañado a la carrera espacial desde su inicio: « ¿Y todo esto, para qué sirve?».
La respuesta habitual es que la exploración del espacio es útil para aumentar el conocimiento científico. Pero también proporciona otros resultados mucho más prácticos y que se reflejan en el día a día de la gente de a pie. Según la NASA, la tecnología espacial ha sido el origen de 30.000 productos desarrollados en medio siglo de vuelos. Entre ellos se encuentran los ratones de ordenador, los marcapasos programables y las telas ignígfugas que protegen a los bomberos o a los pilotos de carreras como Fernando Alonso.
Los ejemplos más cotidianos son numerosos. Las zapatillas deportivas con cámara de aire son 'hijas' directas de las botas acolchadas con las que Neil Armstrong dio su pequeño primer paso sobre la Luna. Otro ejemplo son los detectores de humos que hoy se ven prácticamente en cualquier edificio y que fueron desarrollados para la antigua estación espacial 'Skylab'. Antecedente casi directo de la actual ISS, se trataba de un laboratorio orbital construido a partir de la tercera etapa de un cohete 'Saturno' y lanzado por la NASA en 1973 con el objeto de que sirviera como laboratorio destinado a estudiar los efectos de la microgravedad en los astronautas.

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