Cuando llego a la
esquina con Dionisio Barreda una sorpresa. Una cría de nevatilla, aquí las llaman lavanderas (tiene muchos nombres) corre a lo largo de la
fachada. Ha debido caer del
nido y tiene algo en el pico que lo avala. Pía mucho llamando a su madre... la hago una docena de
fotografías...