La nave central está rematada por un presbiterio de tramo recto con bóveda de medio punto y ábside semicircular, la de la Epístola presenta una bóveda de cuarto de esfera y de cañón en el tramo recto.
Fue realizada con sillería de buena calidad, asentada en hiladas bien aparejadas. El retablo mayor, realizado por Santiago Carnicero, no se colocó probablemente hasta 1685.