CORONA DE ADVIENTO
Pronto comenzamos el tiempo de Adviento,
y es bueno disponer nuestro corazón para
la espera del Señor que ya llega. Un símbolo
que puede acompañarnos durante este tiempo
es la Corona de Adviento, que puede elaborar
manualmente con hojas de pino o ciprés,
cintas rojas o moradas y cinco o seis velas.
De estas, cuatro deben ser de color morado o
rojo oscuro (uno para cada domingo de adviento);
una rosasda o celeste (por la fiesta de la
inmaculada); y por último una vela blanca, que
sobresalga sobre las demás (por la Naviad).
En su elaboración conviene que tomen parte
todos los miembros de la familia, y que se
distribuyan funciones para que todos participen
áctivamente de la preparación de la llegada
del Señor a nuestra familia.
Por eso es conveniente fijar un sitio especial
en la casa donde esté la Corona. Señalar con
antelación el horario en el que se encenderán
las velas. Y distribuir las funciones entre los
miembros de la familia: un encargado de tener
arreglado y limpio el lugar donde irá la
corona; otro de buscar y dirigir las oraciones;
otro de los cantos, y así hasta que todos tengan
una función. El Señor llega a nuestra casa
y todos le esperamos. ¡Manos a la obra!.
Pronto comenzamos el tiempo de Adviento,
y es bueno disponer nuestro corazón para
la espera del Señor que ya llega. Un símbolo
que puede acompañarnos durante este tiempo
es la Corona de Adviento, que puede elaborar
manualmente con hojas de pino o ciprés,
cintas rojas o moradas y cinco o seis velas.
De estas, cuatro deben ser de color morado o
rojo oscuro (uno para cada domingo de adviento);
una rosasda o celeste (por la fiesta de la
inmaculada); y por último una vela blanca, que
sobresalga sobre las demás (por la Naviad).
En su elaboración conviene que tomen parte
todos los miembros de la familia, y que se
distribuyan funciones para que todos participen
áctivamente de la preparación de la llegada
del Señor a nuestra familia.
Por eso es conveniente fijar un sitio especial
en la casa donde esté la Corona. Señalar con
antelación el horario en el que se encenderán
las velas. Y distribuir las funciones entre los
miembros de la familia: un encargado de tener
arreglado y limpio el lugar donde irá la
corona; otro de buscar y dirigir las oraciones;
otro de los cantos, y así hasta que todos tengan
una función. El Señor llega a nuestra casa
y todos le esperamos. ¡Manos a la obra!.