bonita estampa del pueblo nevado, CANTORAL

(Febrero de 2005)
La gente de su casa, especialmente su mujer y su hija,
ocupadas como nunca en viajes y visitas, no entendían
nada, estaba claro. Se enojaban de que él estuvieran
tan triste y fuera tan exigente, como si el tuviera la
culpa de ello.
LEÓN TOLSTOI