Hola María Luisa, en un
mensaje anterior recordé una
tormenta que me pilló subiendo a
Lumajo, que
granizada que me cayó, me tuve que poner un jersey en la cabeza de las pedradas que me caían, además fue en la mitad del
camino, me daba lo mismo volverme a Villaseca que seguir hasta Lumajo, era un niño de unos 10 años, cuando llegué como una sopa, me copió mi tia Palmira, que quitó la ropa y me metio en un barreño con
agua caliente, por miedo a que hubiese cogido un grave enfriamiento. Que miedo pasé,
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