VILLASECA DE LACIANA: España...

España

En España la tradición de Nochevieja más extendida es la de las doce uvas, que tuvo sus orígenes en Elche, en 1909, año en el que unos viticultores de la región del Baix Vinalopo la iniciaron para dar salida a un excedente de cosecha.[1] Consiste en comerse una uva cada campanada que da el reloj a las 12 de la noche el día 31 de diciembre.

Se dice que quien no coma las 12 uvas antes de que terminen las campanadas tendrá un año de mala suerte.

De unos años a esta parte, se ha puesto también de moda llevar ropa interior roja: bragas, calzoncillos, una liga, etc.

Cada ciudad de España tiene un lugar particular para recibir el Año Nuevo. El más conocido y importante es la Puerta del Sol en Madrid. Allí se reúnen miles de personas frente a un reloj centenario. Después de las 12 campanadas ya en el año nuevo es muy común felicitarse el año con todos los familiares de la cena y llamar a todos los que están fuera. Después se brinda con champán, cava o sidra.

Este evento se retransmite en directo por la televisión. Los españoles desde sus casas esperan el momento de la primera campanada para comer las doce uvas, 36 segundos antes de la medianoche. Se come una uva cada tres segundos, una por cada campanada. Previamente, antes de las campanadas, baja una bola metálica del reloj y suenan cuatro cuartos (que algunas personas confunden con el inicio de las campanadas).

En la Nochevieja de 1989, la locutora de Televisión Española Marisa Naranjo se equivocó y anunció como cuartos lo que en realidad ya eran las campanadas. De esta forma, involuntariamente, dejó a muchos los españoles sin poder tomar las uvas. Al día siguiente, la noticia apareció en todos los medios de comunicación. Hoy en día, aún se recuerda ese famoso gazapo televisivo.

Además de las campanadas y de las doce uvas, es muy típico en muchos municipios de España, la recepción del Año Nuevo mediante el encendido de grandes hogueras.