El Concejo, VIADANGOS DE ARBAS

Viadangos, ¡oh aldea recordada!, - que levantas tu humilde caserío, - junto a la vega hermosa de tu río: - cintilla de cristales desdoblada.
Más de treinta años me eres añorada; - nieve en invierno y flores en estío; - primavera de monte y labrantío; - cosecha: el premio a la labor lograda.
Hoy, al mirar tus sierras y paisajes - que copian diminutas cartulinas, - notando en viejas casas, nuevos trajes,
una emoción tan honda me ha embargado, - que en tu río de linfas cristalinas, - ¡creí verme de nuevo reflejado! CÁNDIDO GARCÍA