En donde veraneo, habia muchos burros ya no tantos, han desaparecido con la mecanización de las labores ágricolas, pero en las
fiestas organizamos un encierro a modo de
San Fermín, y reunimos los burrillos del lgar, e incluso alquilamos algunos en los
pueblos cercanos, se les atiende, y está super prohibido pegarles, agredirles etc.
Hay mucha espectación, los burros van delante, y los de dos patas detrás, se les pone campanillos, se les da una vuelta corta, y a los
corrales, no hay heridos nunca,
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