Ya era hora.
Ya era hora que por fin alguien se atreviera a hacer algo positivo en el pueblo. La casa del cura se puso en venta, y menos mal que no cayó en manos de ese par de personajes que la querían para especular con su madera y sus piedras. Sí, ese hijo del pueblo y ese otro de más abajo...
Hay algunos que piensan que son los amos del chiringuito, que con cuatro cenas en el hotel se cierran negocios que sólo son beneficiosos para los de siempre, nunca para el pueblo.
Hay que tener un poco ... (ver texto completo)
Ya era hora que por fin alguien se atreviera a hacer algo positivo en el pueblo. La casa del cura se puso en venta, y menos mal que no cayó en manos de ese par de personajes que la querían para especular con su madera y sus piedras. Sí, ese hijo del pueblo y ese otro de más abajo...
Hay algunos que piensan que son los amos del chiringuito, que con cuatro cenas en el hotel se cierran negocios que sólo son beneficiosos para los de siempre, nunca para el pueblo.
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