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Alberto Rodrigo pinta con maestría singular las calles, las plazas, la cuestas, los callejones, todos los elementos fundamentales de los pueblos y lo hace con una gran delicadeza pictórica, como si esas plazas, esas calles, esas cuestas y esos callejones tuviesen una hermosura especial. Fíjense que también en esta plaza está vigilante la torre de la iglesia, elemento que sublima todo el paisaje. Admirable composición pictórica.
Las ruinas de un castillo que cuenta su vieja historia al agua que fluye lentamente. Un puente que atraviesa el paisaje y que nos comunica con el mundo de hoy y abarcándolo todo el cielo inquieto y cambiante. Admirable composición pictórica de Alberto Rodrigo.
Este cuadro tiene la particularidad de que el nivel del suelo pintado está por debajo del campo de visión del pintor. Es como si Alberto Rodrigo hubiera pintado este cuadro elevado sobre una plataforma, dando una especial importancia a la casa que se eleva majestuosa coronada por el cielo y unos árboles. Admirables detalles pictóricos.
En "Cerca del silo" el pintor Alberto Rodrigo ha conjugado muy bien la disposición de los elementos del cuadro. Sobresaliento del conjunto de casas en medio de las ruinas del castillo y de la iglesia se alza majestuoso un árbol que lleva el peso central de la configuración del color. Así se unen en el verde del árbol los azules y tornasoles del cielo y los grises de la carretera de la parte inferior del cuadro. Admirable disposición pictórica.
Las plazas son para Alberto Rodrigo como el corazón donde late la vida de los pueblos. Las casas cobran vida y siempre hay un detalle sicológico que él dispone sobreponiéndose a un entorno rural placentero. Es el campanario de la iglesia que se asoma en esta plaza. vigilante y protector. Admirable cuadro.
Una gran contraposición de valores cromáticos: las casas del molino en tonos rojos fuertes, la carretera con un verde prado insinuante en primer plano y al fondo sobre un altozano las ruinas de un castillo emblamético que cuenta su leyenda. El cielo lo uniformiza todo en un abrazo de nubes. Enhorabuena a Alberto Rodrigo por este cuadro extraordinario.
La composición de este cuadro está llena de aciertos con una riqueza cromática que llama la atención. Las primeras casas con tejados rojos llamativos contrastan con el verde del primer plano y el azul variopinto del cielo. Como insinuación el recodo de una carrretera y en la cima las ruinas de un castillo y una torre de iglesia lejana. No se podía insinuar más y mejor un paisaje extraordinario. Enhorabuena a Alberto Rodrigo.
Bajo la atenta mirada del pastor las ovejas se sienten igualmente protegidas por la presencia arquitectónica de la torre de la Iglesia que resalta en el cielo su arquitectura bienhechora. Este es el punto de vista estético del pintor Alberto Rodrigo en este excelente cuadro paisajístico.
Diálogo entre la espadaña del campanario y la laguna del pueblo. No hay ningún rincón que no lo haya soñado en pintura Alberto Rodrigo. Le deberían hacer un monumento por haber sabido asimilar todas las bellezas pictóricas ocultas en los paisajes de Villacalabuey. Enhorabuena al gran pintor.
Los ocres del pueblo y los azules del agua de la laguna. ¡Qué tema tan bonito para un cuadro! ¡Qué bien ha sabido escoger Alberto Roldrigo este paisaje que no se cansa uno de mirar constantemente. Es una obra de arte.
Otra casa iluminada que entabla un diálogo pictórico con el cielo. Otro cuadro extraordinario. Alberto Rodrigo es el pintor del diálogo secreto entre las casas iluminadas y el cielo que las envuelve. Enhorabuena.
Una casona con toda la historia de sus antiguas paredes y grandes ventanales. Las casas como las personas que las habitan tienen una vida y una historia que el pintor cuenta con pinceles y colores. Enhorabuena Alberto Rodrigo.
Un rincón rústico en una casita del pueblo. La paz se enseñorea del patio e invita al reposo. Un hombre lee mientras la luz hace filigranas con las plantas y los tiestos. Esta instantánea pasajera la ha captado el pintor Alberto Rodrigo con una habilidad extraordinaria.
Alberto Rodrigo es el pintor o fotógrafo de las cosas sencillas, donde sobresale el trabajo callado de las personas que llevan toda una vida de esfuerzo y dignidad. Una foto maestra.
Un cielo revuelto entre un rincón del pueblo que forma un conjunto armónico total. Un pintor que sabe unir la paleta del cielo y de la tierra. Un gran pintor.