De regreso de vacaciones y disfrutado, cada uno en la medida de sus posibilidades, de los placeres de pueblos y ciudades, cada quien a su modo, en el ejercicio de su libertad individual, nos centraremos en contestar algunas afirmaciones de los comentarios anteriores.
Es obvio que la acción colectiva no exime absolutamente de cometer errores. También de esta manera se producen. A las pruebas me remito.
Tampoco exime de responsabilidad (como mínimo moral) al que propone votaciones a mano alzada (y el compromiso que esto implica), temas que no han sido ni debidamente analizados, explicados, ni mucho menos justificados y por lo que me parece no habiéndose autoevaluado, por parte de quien propone, su capacidad o incapacidad para acometer estas empresas (eliminación de la Casa del Cura o Casa Retoral).
Por otra parte, no debemos olvidar que lo que en el pueblo se hace, tarde o temprano lo sabe todo el mundo. Por eso, que te autodefinas como un “enterao”, opino que no es “patrimonio” exclusivo tuyo.
En cuanto a lo de salir y entrar en mi casa, me lo reservo para mi, por no decir que en mi caso, salgo y entro en mi casa cuando me viene en gana (como verás me contengo y lo expreso con mucha delicadeza). ¿O debo hacer lo que a ti se te ocurra?. Sólo falta que nos pongan reglas de habitabilidad interior, exterior, o normas para entrar y salir del pueblo… Piensa, un poco solamente, sobre tamaño desatino.
Por otro lado, afirmar que las decisiones sobre lo que se hace con el pueblo las deben tomar los que en el viven, me parece oportuno, siempre y cuando demuestren capacidad para ello. No veo otra cosa en esta afirmación, que eludir la crítica y me equivoco si creo que es bastante egoísta y demuestra cierto desconcierto.
Lo que más me disgusta de alguna afirmación (bien es verdad que sólo alguna) es que demuestra cierto ignorancia del pasado del pueblo y por eso un cierto alejamiento con nuestro pasado más reciente. Esto me preocupa sin igual.
En cuanto a la polvareda, comentar que quizás se refiere a la que hemos podido observar estos días ventosos sobre el solar vacío de una casa sin igual en el pueblo y del magnífico huerto irremplazable, por no hablar del pozo, etc.
El que solicitaba una foto de lo que había quedado, decirle que es difícil fotografiar la nada.
En cuanto a la inquina personal, decir categóricamente que no existe absolutamente ninguna, repito, absolutamente ninguna. En lo que a mi se refiere, totalmente seguro.
Nunca he puesto rostros a los autores, pero no dudo que detrás de estos tiene que haberlos. Supongo que ellos se harán eco de la crítica con responsabilidad, si es que de verdad les preocupa lo que en el pueblo ocurre, que espero que así sea.
En cuanto al Centro de Día en Sahagún, decir que sería necesario que los ancianos se desplazasen diariamente y todos sabemos lo que opinan ellos sobre viajar, aunque sea poco.
Siento no haber podido contestar antes a las últimas opiniones aquí vertidas.
Saludos cordiales.
Es obvio que la acción colectiva no exime absolutamente de cometer errores. También de esta manera se producen. A las pruebas me remito.
Tampoco exime de responsabilidad (como mínimo moral) al que propone votaciones a mano alzada (y el compromiso que esto implica), temas que no han sido ni debidamente analizados, explicados, ni mucho menos justificados y por lo que me parece no habiéndose autoevaluado, por parte de quien propone, su capacidad o incapacidad para acometer estas empresas (eliminación de la Casa del Cura o Casa Retoral).
Por otra parte, no debemos olvidar que lo que en el pueblo se hace, tarde o temprano lo sabe todo el mundo. Por eso, que te autodefinas como un “enterao”, opino que no es “patrimonio” exclusivo tuyo.
En cuanto a lo de salir y entrar en mi casa, me lo reservo para mi, por no decir que en mi caso, salgo y entro en mi casa cuando me viene en gana (como verás me contengo y lo expreso con mucha delicadeza). ¿O debo hacer lo que a ti se te ocurra?. Sólo falta que nos pongan reglas de habitabilidad interior, exterior, o normas para entrar y salir del pueblo… Piensa, un poco solamente, sobre tamaño desatino.
Por otro lado, afirmar que las decisiones sobre lo que se hace con el pueblo las deben tomar los que en el viven, me parece oportuno, siempre y cuando demuestren capacidad para ello. No veo otra cosa en esta afirmación, que eludir la crítica y me equivoco si creo que es bastante egoísta y demuestra cierto desconcierto.
Lo que más me disgusta de alguna afirmación (bien es verdad que sólo alguna) es que demuestra cierto ignorancia del pasado del pueblo y por eso un cierto alejamiento con nuestro pasado más reciente. Esto me preocupa sin igual.
En cuanto a la polvareda, comentar que quizás se refiere a la que hemos podido observar estos días ventosos sobre el solar vacío de una casa sin igual en el pueblo y del magnífico huerto irremplazable, por no hablar del pozo, etc.
El que solicitaba una foto de lo que había quedado, decirle que es difícil fotografiar la nada.
En cuanto a la inquina personal, decir categóricamente que no existe absolutamente ninguna, repito, absolutamente ninguna. En lo que a mi se refiere, totalmente seguro.
Nunca he puesto rostros a los autores, pero no dudo que detrás de estos tiene que haberlos. Supongo que ellos se harán eco de la crítica con responsabilidad, si es que de verdad les preocupa lo que en el pueblo ocurre, que espero que así sea.
En cuanto al Centro de Día en Sahagún, decir que sería necesario que los ancianos se desplazasen diariamente y todos sabemos lo que opinan ellos sobre viajar, aunque sea poco.
Siento no haber podido contestar antes a las últimas opiniones aquí vertidas.
Saludos cordiales.
