Encontré este relato achisgando por la red:
"Querido hijo:
Te pongo estas líneas para que sepas que estoy viva. Estoy
escribiéndote despacio, por que sé que eres de los que no leen
deprisa. Si recibes esta carta es que te llegó, si no, me lo dices y
te la mando otra vez.
El tiempo por aquí no está mal: la semana pasada sólo llovió dos
veces, la primera vez estuvo lloviendo tres días, y la segunda
cuatro.
Ya te mandé la chaqueta que querías, pero te diré que el tío Pepe dijo
que si la mandábamos con los botones puestos pesaba mucho y el envío
sería muy caro, así que los quitamos y los metimos en el bolso de
adentro.
Bueno hijo, no te pongo dirección en la carta, porque no la sé,
resulta que la gente que vivìa aquí, llevó los números para no tener
que cambiar el domicilio. Si ves a doña Remedios, salúdala de mi
parte, si no la ves, no le digas nada.
Tu madre que te quiere.
Carmina. "
"Querido hijo:
Te pongo estas líneas para que sepas que estoy viva. Estoy
escribiéndote despacio, por que sé que eres de los que no leen
deprisa. Si recibes esta carta es que te llegó, si no, me lo dices y
te la mando otra vez.
El tiempo por aquí no está mal: la semana pasada sólo llovió dos
veces, la primera vez estuvo lloviendo tres días, y la segunda
cuatro.
Ya te mandé la chaqueta que querías, pero te diré que el tío Pepe dijo
que si la mandábamos con los botones puestos pesaba mucho y el envío
sería muy caro, así que los quitamos y los metimos en el bolso de
adentro.
Bueno hijo, no te pongo dirección en la carta, porque no la sé,
resulta que la gente que vivìa aquí, llevó los números para no tener
que cambiar el domicilio. Si ves a doña Remedios, salúdala de mi
parte, si no la ves, no le digas nada.
Tu madre que te quiere.
Carmina. "