CAPITULO I
El tío Eloy en América.
Arribó nuestro héroe a los EE UU con el fin de ganarse la vida y gracias a su sobrada inteligencia (propia de los de Rosales) discurrió un método para domar a los caballos salvajes que hasta entonces no se le había ocurrido a ningún vaquero del próximo, medio ni lejano oeste.
Caviló montar al revés, es decir, con sus piernas hacía tenaza en el cuello del caballo cimarrón y con sus manos se aferraba a la cola, de forma tal que hacía una presa tan contundente, que el animal por muchos saltos y caracoleos que hiciese no podía derribar al jinete.
De esta forma se paseó por Florida, Louisiana, Texas, Nuevo México, Arizona, California etc etc apropiándose de las bolsas de los concursos de doma, y hasta tal punto creció su fama, que los vaqueros del país, con el fin de evitar el ridículo que hacían siendo vencidos y humillados por un español recién llegado al país, tomaron la decisión de no permitirle intervenir en los rodeos, acabando así los tiempos de gloria de nuestro centauro de Rosales.
El tío Eloy en América.
Arribó nuestro héroe a los EE UU con el fin de ganarse la vida y gracias a su sobrada inteligencia (propia de los de Rosales) discurrió un método para domar a los caballos salvajes que hasta entonces no se le había ocurrido a ningún vaquero del próximo, medio ni lejano oeste.
Caviló montar al revés, es decir, con sus piernas hacía tenaza en el cuello del caballo cimarrón y con sus manos se aferraba a la cola, de forma tal que hacía una presa tan contundente, que el animal por muchos saltos y caracoleos que hiciese no podía derribar al jinete.
De esta forma se paseó por Florida, Louisiana, Texas, Nuevo México, Arizona, California etc etc apropiándose de las bolsas de los concursos de doma, y hasta tal punto creció su fama, que los vaqueros del país, con el fin de evitar el ridículo que hacían siendo vencidos y humillados por un español recién llegado al país, tomaron la decisión de no permitirle intervenir en los rodeos, acabando así los tiempos de gloria de nuestro centauro de Rosales.