CAPITULO I
El tío Eloy en América.
Arribó nuestro héroe a los EE UU con el fin de ganarse la vida y gracias a su sobrada inteligencia (propia de los de
Rosales) discurrió un método para domar a los
caballos salvajes que hasta entonces no se le había ocurrido a ningún vaquero del próximo, medio ni lejano oeste.
Caviló montar al revés, es decir, con sus piernas hacía tenaza en el cuello del
caballo cimarrón y con sus manos se aferraba a la cola, de forma tal que hacía una presa tan contundente,
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