Cabrillanes
La Cueta inicia hoy su nueva andadura como aldea turística
El Ayuntamiento recibe las obras en las que se han invertido 887.000 euros.
La empresa encargada de convertir a la localidad babiana de La Cueta en la aldea turística más elevada de la provincia ha concluido la rehabilitación, después de quince meses de trabajos. Según confirma la alcaldesa de Cabrillanes, Lina Freire, el Ayuntamiento recibirá esta misma mañana las obras, valoradas en 887.000 euros, lo que servirá para iniciar una campaña de promoción del enclave.
El proyecto que acaba de concluir logró coger aire en agosto del 2010 de la mano del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y la Consejería de Cultura y Turismo, tras superar un parón de cuatro años. De hecho, la financiación se efectúa con fondos del anterior Plan del Carbón 1998-2005.
La mayor parte de las actuaciones de mejora que hoy supervisará el Consistorio se han centrado en el pueblo de La Cueta, pero el soterramiento de infraestructuras eléctricas también ha beneficiado a sus dos barrios, Cacabillo y Quejo, situados a 4 y 2 kilómetros de la localidad, respectivamente. El plan de urbanización ha permitido esconder las canalizaciones y sustituir el pavimento de hormigón armado por piedra caliza.
Además, para evitar que se dañe el nuevo adoquinado se ha preparado un aparcamiento a la entrada de la localidad, ya que al casco urbano de La Cueta sólo podrán acceder, a partir de ahora, los vehículos de los residentes (seis personas durante todo el año, aunque están censadas 37 mujeres y 31 hombres).
La reforma se completa con la iluminación de los viales, la restauración de los puentes sobre los ríos Sil y Muxío, la reparación del muro de la iglesia y del cementerio, además de la rehabilitación y ajardinamiento del entorno del templo con especies autóctonas seleccionadas.
El objetivo de los trabajos, enmarcados en la búsqueda de un desarrollo socieconómico alternativo a la minería del carbón, era atraer a un mayor número de visitantes a este pueblo, el más alto de la provincia (1.460 metros de altitud), donde, además, nace el Sil.
Freire recuerda que un requisito imprescindible de las obras era conservar la arquitectura tradicional de la zona casi intacta, para que el resultado reforzara el gran atractivo de un pueblo ‘de piedra’ incluido en la Red Natura 2000 por su abundante biodiversidad. Entre sus ‘ganchos’ turísticos también se han potenciado 70 vías de escalada y una buena gastronomía.
Las obras de La Cueta tuvieron que paralizarse por las duras condiciones climátológicas del invierno desde diciembre del 2010 hasta abril de este año, lo que dilató la entrega, prevista para el pasado verano. En la entrada del pueblo se ha colocado el cartel informativo donde se explica el ambicioso proyecto, que pretendía también dotar de mejores servicios a la población.
La Cueta inicia hoy su nueva andadura como aldea turística
El Ayuntamiento recibe las obras en las que se han invertido 887.000 euros.
La empresa encargada de convertir a la localidad babiana de La Cueta en la aldea turística más elevada de la provincia ha concluido la rehabilitación, después de quince meses de trabajos. Según confirma la alcaldesa de Cabrillanes, Lina Freire, el Ayuntamiento recibirá esta misma mañana las obras, valoradas en 887.000 euros, lo que servirá para iniciar una campaña de promoción del enclave.
El proyecto que acaba de concluir logró coger aire en agosto del 2010 de la mano del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y la Consejería de Cultura y Turismo, tras superar un parón de cuatro años. De hecho, la financiación se efectúa con fondos del anterior Plan del Carbón 1998-2005.
La mayor parte de las actuaciones de mejora que hoy supervisará el Consistorio se han centrado en el pueblo de La Cueta, pero el soterramiento de infraestructuras eléctricas también ha beneficiado a sus dos barrios, Cacabillo y Quejo, situados a 4 y 2 kilómetros de la localidad, respectivamente. El plan de urbanización ha permitido esconder las canalizaciones y sustituir el pavimento de hormigón armado por piedra caliza.
Además, para evitar que se dañe el nuevo adoquinado se ha preparado un aparcamiento a la entrada de la localidad, ya que al casco urbano de La Cueta sólo podrán acceder, a partir de ahora, los vehículos de los residentes (seis personas durante todo el año, aunque están censadas 37 mujeres y 31 hombres).
La reforma se completa con la iluminación de los viales, la restauración de los puentes sobre los ríos Sil y Muxío, la reparación del muro de la iglesia y del cementerio, además de la rehabilitación y ajardinamiento del entorno del templo con especies autóctonas seleccionadas.
El objetivo de los trabajos, enmarcados en la búsqueda de un desarrollo socieconómico alternativo a la minería del carbón, era atraer a un mayor número de visitantes a este pueblo, el más alto de la provincia (1.460 metros de altitud), donde, además, nace el Sil.
Freire recuerda que un requisito imprescindible de las obras era conservar la arquitectura tradicional de la zona casi intacta, para que el resultado reforzara el gran atractivo de un pueblo ‘de piedra’ incluido en la Red Natura 2000 por su abundante biodiversidad. Entre sus ‘ganchos’ turísticos también se han potenciado 70 vías de escalada y una buena gastronomía.
Las obras de La Cueta tuvieron que paralizarse por las duras condiciones climátológicas del invierno desde diciembre del 2010 hasta abril de este año, lo que dilató la entrega, prevista para el pasado verano. En la entrada del pueblo se ha colocado el cartel informativo donde se explica el ambicioso proyecto, que pretendía también dotar de mejores servicios a la población.
