EL CAMPESINO INCULTO
Un campesino muy inculto, de edad avanzada, llega a las puertas de un monasterio. Cuando le abren, se explica así:
Amigos monjes, soy un hombre con mucha fe. Quiero recibir enseñanzas.
Los monjes hablan entre si, al margen del recién llegado.
Al comprobar su incultura, piensan que no esta capacitado para recibir enseñanzas y mucho menos métodos de autodesarrollo, pero como parece un hombre de fe, le dicen:
-Mira, buen hombre, te vas a hacer cargo de barrer todos los días el monasterio.
Puedes quedarte aquí y tendrás sustentos y alojamiento
Meses después, los monjes comienzan a ver que cada día el campesino se encuentra mas tranquilo, con una semi sonrisa siempre dibujada en sus labios y un brillo especial en los ojos.
Exhala verdadero sosiego y se le ve muy contento y equilibrado. Tanto es así que los monjes, extrañados, le preguntan:
-Buen hombre, parece que en estos meses has sufrido una gran evolución espiritual. ¿Estas practicando algún método especial?
Y el hombre contesta:
-Hermanos, lo único que hago, con mucha atención, lucidez y amor, es barrer el monasterio. Pongo toda mi vigilancia y precisión en ello también, al barrer la basura, pienso que estoy barriendo de mi los rencores, los engaños, la codicia y el odio. “Y cada día soy más feliz."
*”NO INTENTES JAMÁS CURAR EL CUERPO, SIN ANTES HABER CURADO EL ALMA".
Hipócrates
Un campesino muy inculto, de edad avanzada, llega a las puertas de un monasterio. Cuando le abren, se explica así:
Amigos monjes, soy un hombre con mucha fe. Quiero recibir enseñanzas.
Los monjes hablan entre si, al margen del recién llegado.
Al comprobar su incultura, piensan que no esta capacitado para recibir enseñanzas y mucho menos métodos de autodesarrollo, pero como parece un hombre de fe, le dicen:
-Mira, buen hombre, te vas a hacer cargo de barrer todos los días el monasterio.
Puedes quedarte aquí y tendrás sustentos y alojamiento
Meses después, los monjes comienzan a ver que cada día el campesino se encuentra mas tranquilo, con una semi sonrisa siempre dibujada en sus labios y un brillo especial en los ojos.
Exhala verdadero sosiego y se le ve muy contento y equilibrado. Tanto es así que los monjes, extrañados, le preguntan:
-Buen hombre, parece que en estos meses has sufrido una gran evolución espiritual. ¿Estas practicando algún método especial?
Y el hombre contesta:
-Hermanos, lo único que hago, con mucha atención, lucidez y amor, es barrer el monasterio. Pongo toda mi vigilancia y precisión en ello también, al barrer la basura, pienso que estoy barriendo de mi los rencores, los engaños, la codicia y el odio. “Y cada día soy más feliz."
*”NO INTENTES JAMÁS CURAR EL CUERPO, SIN ANTES HABER CURADO EL ALMA".
Hipócrates
Pero ese monje no era Fray Escoba?