Fue casa, fue botella y fueron zapatos
Fue casa y albergó vida. Fueron zapatos, los de domingo, y patearon las empinadas calles de un pueblo de La Cabrera. Fue botella y esperó en las estanterías de la alacena aquella celebración que justificara abrirla y beberla.
Hoy son solo recuerdos y testigos de que fueron demasiados los que se cansaron de esperar los buenos tiempos y cogieron el tren hacia cualquier parte, no soñaban con conquistar el mundo sólo con encontrar un lugar en el que quisieran acoger sus hacendosas manos. Pescaderías en Madrid, minas en El Bierzo, tiendas... cualquier lugar era bueno pues no había gentes más acostumbradas a ganarse el pan con el sudor de su frente.
Algunos volvieron con sus coches nuevos, arreglaron sus casas. Otros se hicieron a otra vida.
Esta vieja casa, abierta para quien quiera jugarse el físico pisando tablas que nadie sabe cuánto van a aguantar, fue hogar de una numerosa familia, de mujeres que se levantaban al amanecer a amasar el pan con el ‘urmiento’ que ya habían preparado la noche anterior, de hombres que abandonaban la cama con las primeras luces para ordeñar, uncir las vacas y arar las piedras, de niños que a veces iban a la escuela y otras muchas al monte a cuidar los ganados, de pobres que no soñaban ser ricos...
No han vuelto, quedan sus aromas.
http://www. la-cronica. net/2011/11/26/fotografia. html
Fue casa y albergó vida. Fueron zapatos, los de domingo, y patearon las empinadas calles de un pueblo de La Cabrera. Fue botella y esperó en las estanterías de la alacena aquella celebración que justificara abrirla y beberla.
Hoy son solo recuerdos y testigos de que fueron demasiados los que se cansaron de esperar los buenos tiempos y cogieron el tren hacia cualquier parte, no soñaban con conquistar el mundo sólo con encontrar un lugar en el que quisieran acoger sus hacendosas manos. Pescaderías en Madrid, minas en El Bierzo, tiendas... cualquier lugar era bueno pues no había gentes más acostumbradas a ganarse el pan con el sudor de su frente.
Algunos volvieron con sus coches nuevos, arreglaron sus casas. Otros se hicieron a otra vida.
Esta vieja casa, abierta para quien quiera jugarse el físico pisando tablas que nadie sabe cuánto van a aguantar, fue hogar de una numerosa familia, de mujeres que se levantaban al amanecer a amasar el pan con el ‘urmiento’ que ya habían preparado la noche anterior, de hombres que abandonaban la cama con las primeras luces para ordeñar, uncir las vacas y arar las piedras, de niños que a veces iban a la escuela y otras muchas al monte a cuidar los ganados, de pobres que no soñaban ser ricos...
No han vuelto, quedan sus aromas.
http://www. la-cronica. net/2011/11/26/fotografia. html
Muy intesentante, y yo que formé parte de las personas que cansada de esperar mejores tiempos... cogí el coche de linea a León y desde allí a otra parte a buscar una manera de salir adelante. Poniendo mucho empeño ir escalando peldaño a peldaño un trabajo cada vez mejor.... que me permitiera una mejor calidad de vida.... En cuantos podías volvías al terruño, el que te vió nacer, crecer... El corazón palpitaba por la emoción de volver y toda la esencia de valores aprendidos, de esa cercania de las personas que te vieron crecer, tu gente de pueblo que tanto admirabas y querias..... Recargabas las pilas y otra vez....... a demostrarte que el tesón y el esfuerzo valian...... saludicos para tod@s