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MANZANEDA DE OMAÑA: Hola Maite, claro ya lo conté!

Os lo voy a contar otra vez: Despues de casarse mi hermana Maximina, se hizo una reforma en la iglesia*; sacaron los huesos del osario (que por cierto había muchos). Los vecinos pensaron enterrarlos en el cementerio, pero como eran muchos y el cementerio pequeño, pensaron que lo mejor era quemarlos y así hicieron; creo recordar que los quemaron en la Cuesta Brimeo.
Cuando vino don Juan, (el cura) casi le dió un atropo, creo que hasta lloraba, porque decía que como los habían quemao ¡que habían quemao a sus padres, hermanos, etc.
Los que estaban enterrados en el Campo Santo, no los movieron de allí.
Yo nunca ví que enterrasen a nadie allí, tampoco en Villarubia.
Cuando yo nací, ya estaba hecho el cementerio en la Cuesta Brimeo.
Yo tambien tengo parte allí, puesto que dí una cantidad de dinero cuando se arregló el cementerio. Lo mandé desde Alemania. Me escribió don Nicolas a ver si podía aportar algo para arreglarlo y yo lo mandé (3000 ptas).

* y digo yo.... por qué no la arreglaron antes? (la escribana)

Si ahora me acuerdo que ya lo contaste.
Hola Aude.

Hola Maite, claro ya lo conté!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Tomo nota. Todo interesantísimo. La palabra "atropo" me encanta, es maravillosa.
Querida Aude: te acuerdas de las palabras "entremecer" y "rodea".
Eliseo, el de Santibáñez, cuando iba a regar las patatas por la noche, tropezaba con tanta madreña y con gran estruendo pegabase una gran sapada y besaba el santo suelo.