La Reforma Agraria emprendida y aprobada por la Segunda República, fué una iniciativa digna de todo encomio. No se pudo llevar a cabo porque no había dinero para pagar las indemnizaciones. Es la época en la que la mujer empieza a tomar relevancia y protagonismo en la sociedad. Un buen ejemplo de ello es el de la gran abogada Clara Campoamor, que luchó como nadie, en el Congreso, por los derechos, igualdad y dignidad de la mujer. Para ella va desde aquí mi reconocimiento y gratitud a una gran SEÑORA.